El día Miércoles Santo, los estudiantes de 7º a 4º Medio, tuvieron la oportunidad de conmemorar la Pasión del Señor, con 7 estaciones del Vía Crucis, representadas por chicos de distintos cursos de EM, en dos tandas.

Ese día miércoles , por la tarde, y con la intención de hacer nuestro los gestos de servicio y de entrega de Jesús, un grupo de estudiantes del voluntariado, algunos funcionarios y la Cdad. de hermanas, hicimos una salida solidaria al Policlínico de Adicciones Enrique Alvear. Allí compartimos una oración y once fraterna con las personas asistidas y trabajadores. Estuvo con nosotros el P. Sergio Naser, Fundador de este centro.

El Jueves Santo, puesto en escena por estudiantes de 5º básico, se realizó en dos momentos la representación de la Ultima Cena del Señor, para los niños de Kinder  y E. Básica. Además, durante la mañana, en todos los cursos de los dos niveles se hizo una celebración de la Cruz.

Al medio día tuvo lugar una Oración para todos los funcionarios. Deteniéndonos en algunos de los gestos más importantes de Jesús –partir el pan, lavar los pies- reflexionamos también sobre el sentido que tiene la Cruz de Cristo en la actualidad, reconociendo que Él, con su sufrimiento, sigue vivo en cada uno de los “crucificados de hoy”: tantos hermanos nuestros que sufren las consecuencias de la injusticia, la pobreza, la enfermedad, la soledad, la marginación…Y si realmente creemos en Jesús y queremos ser sus discípulos, no podemos permanecer indiferentes ante estas realidades. Por eso, con el compromiso que asumíamos en ese momento, pusimos rostros y nombres a la cruz vacía, que presidía la celebración.

Los pequeños de Pre Kinder tuvieron su celebración de la Cena del Señor esa misma tarde, juntos en el patio y luego en sus respectivas salas.

¡¡EL SEÑOR HA RESUCITADO!! ¡¡EL AMOR HA VENCIDO LA MUERTE!! ¡¡CRISTO ES NUESTRA ESPERANZA!!

Con la alegría inmensa de la Resurrección, el lunes de Pascua, toda la Comunidad educativa participó de una Celebración en el patio central. El Cirio Pascual, que representa a Cristo Resucitado, fue el símbolo central de este momento.  Antes y después de la proclamación del Evangelio, entonamos el Gloria y el Aleluya, expresando nuestro gozo con cintas de colores y sonidos de campanas.

La Cruz que el jueves santo había recibido nuestros compromisos con tantos “crucificados” de la sociedad, hoy se llenaba de flores. Porque lo que es dolor y sufrimiento, con Jesús puede convertirse en vida y esperanza.  Si decimos que Sí a la Pascua, podemos transformar estas realidades.  Jesús les ha dado una esperanza a los desheredados del mundo.

Luego de reflexionar sobre las actitudes del “hombre viejo” y del “hombre nuevo”, redimido por Jesús, hicimos profesión de nuestra fe y renovamos las promesas bautismales.

Que la vida nueva del RESUCITADO renueve nuestra Comunidad  con frutos de paz, alegría y esperanza.

Fuente: Equipo Pastoral